En una noche en que las estrellas brillaban más que la luna misma, las nubes en el cielo se inclinaban sobre el nacimiento de un híbrido; hijo de un demonio con un humano. El universo sintió todo el dolor sufrido por Elizabeth Simmons, quien esa noche en su departamento, rogó al cosmos entre gritos y gemidos de dolor, que el niño que salía de su vientre, nació vivo. Y en respuesta, el universo conspiró a tu favor y bendijo la noche, alineando a Júpiter, Saturno, Marte, Venus y Mercurio; los cinco planetas en línea recta, en un solo evento cósmico. El bebé nació como resultado de una violación, todo gracias a su madre, quien, debido a la imprudencia del momento después de ser expulsada de su hogar por su propio padre, fue fácilmente influenciada para vivir en una iglesia satánica que, a cambio de su servicio, le enseñaría magia y le daría abrigo. Como todo no es un lecho de rosas, la iglesia engañó a la joven Simmons, convirtiéndola en una moneda de cambio para uno de los demonios más poderosos del infierno; Samhain, el demonio de la magia y Halloween. Sin sospechar, y por supuesto, sin darse cuenta de los planes malvados de la Iglesia, Elizabeth había sido llevada al altar donde estaba presente el demonio y después de descubrir que su cuerpo sería llevado, su reticencia había sido tremenda, pero en vano. El diablo la violó y la tomó para sí. Al final, la iglesia dejó solo un cuerpo manchado de sangre, desgarrado en ciertas partes y totalmente violado, creyendo fielmente que la vida allí se había ido. Pero para la desgracia del infierno y la Iglesia Satánica Profana, nueve meses después, la joven dio a luz al pequeño Bryan, cuyo nombre significa "fuerte", como la esperanza depositada en el pequeño. La esperanza de mejores tiempos, de una vida mejor ... Seis meses después del nacimiento del pequeño híbrido, Elizabeth sabía qué hacer. Luego, como un acto de fe y desesperación, la joven madre se alió con la santa Iglesia Apostólica Romana, viviendo en un Monasterio entre monjas y sacerdotes, recibida por el sacerdote local. Poco después del octavo cumpleaños de Bryan, un zumbido resonó en el monasterio; afectando solo los poderes demoníacos que el niño aún no ha descubierto. Con sus ojos negros y sus alrededores cubiertos de venas protuberantes y pulsantes, el híbrido perdió por completo su conciencia, convirtiéndose en una bestia salvaje, expulsando fuego del interior de su cuerpo por toda la iglesia. La horda demoníaca que ya estaba completamente dentro de la iglesia, saqueó todos los objetos sagrados, incluido el pequeño Simmons, quien después de su brote se desvaneció por la enorme cantidad de poder que drenaba de su cuerpo. Cuidadosamente llevado por los demonios al infierno personal de Samhain, una extensión del verdadero infierno. Samhain el Gran Demonio quería que su hijo fuera entrenado para ser un Príncipe del Infierno, y lo hizo. Pasaron seis años, y finalmente en su decimocuarto cumpleaños, Samhain lo dejó en libertad para vivir en el campamento general.